viernes, 10 de agosto de 2012

Cuando no hay dinero.


Somos personas dependientes, lo sabías verdad. Necesitamos cosas indispensables para nuestra supervivencia y nuestra socialización.

Y que pasa cuando esas cosas NECESARIAS para nuestro diario vivir y relación con los demás no están, simplemente se nos agotan y no tenemos medios suficientes para volverlos a suplir.

¿Qué hacemos?... pues aquí la respuesta.

1 TIMOTEO 6: 7 Porque, cuando nacimos no trajimos nada al mundo, y cuando muramos tampoco podremos llevarnos nada. 8 Así que debemos estar contentos de que tenemos ropa y comida. 9 Pero los que sólo piensan en ser ricos caen en las trampas de Satanás. Son tentados a hacer cosas tontas y perjudiciales, que terminan por destruirlos totalmente. 10 Porque todos los males comienzan cuando sólo se piensa en el dinero. Por el deseo de amontonarlo, muchos se olvidaron de obedecer a Dios y acabaron por tener muchos problemas y sufrimientos.

LO PRIMERO- saber que no traemos nada el mundo, absolutamente nada, así que de hecho ya debemos empezar a gradecer por lo poco o mucho que tenemos actualmente y no afanarnos de mal porque al final del día todo es vanidad.

En una sociedad tan consumista como la nuestra donde cada día se hace parte de nuestra cultura conocer los mejores restaurantes, estar en las últimas tendencias de la moda e ir a cuanto buen evento exista (que no es malo querer disfrutar), nos afanamos en exceso por mejorar nuestro estilo de vida, por tener más y aun mas, lo malo es cuando ese deseo, se vuelve desmedido llevando a tomar malos caminos para obtenerlo y aun  peor olvidamos valores importantes por amor a lo material, lo malo es no poder detenernos y observar que aunque deseamos otras cosas, las que tenemos son de bendición y son buenas.

Cuando empezamos a afanarnos empezamos a ver lo que tenemos como poco o como nada, cuando de seguro tienes mucho más que tus amigos, pero tú simplemente no estás conforme. Y te lleva entonces a otro sentimiento en el corazón que para nada es bueno: la envidia.

 1 Tesalonicenses 11 Traten de vivir tranquilos, ocúpense de sus propios asuntos y trabajen, como ya antes les hemos ordenado que lo hagan. 12 De ese modo se ganarán el respeto de la gente que no confía en Dios, y no tendrán que pedirle nada a nadie.

Tranquilos amigos, tranquilos, ocúpate de tus propios asuntos, deja de ver que tiene el otro o que deja de tener, más bien trabaja, Dios bendice la obra de tus manos, en caso de que estudies pues se paciente en esta palabra:

Mateo 25-34»No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan.
 »Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!  »¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.  »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios! »Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan. »Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.  Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.

Dios conoce el anhelo de tu corazón y aquí Jesús promete suplir todo lo que necesitas, entonces ten paz…no dejen que el que vestir o como pagar alguna cuenta, te robe el gozo, la paz, la tranquilidad, y añado no es malo que quieras mas, lo malo es que al querer algo mas pierdas la paz y la confianza en Dios, No seas sabio en tu propia prudencia sino que confía en Dios con todo tu corazón y el concederá tus peticiones.

HEBREOS 6:18-19  Ahora bien, como Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido. Esta confianza nos da plena seguridad; es como el ancla de un barco, que lo mantiene firme y quieto en el mismo lugar. Y esta confianza nos la da Jesucristo, que traspasó la cortina del templo de Dios en el cielo, y entró al lugar más sagrado.
Una vez tengamos paz… Dios es nuestro padre y si con fe somos pacientes pues el concederá todas las peticiones de tu corazón, Vivimos en un mundo real con necesidades reales y problemas reales, pero ni los problemas ni aun tu propia vida es tan real como el Dios que cuida y guarda tus pasos.
Y qué tal si seguimos el ejemplo de pablo:
Filipenses 4:11-13… pues he aprendido a estar satisfecho con lo que tengo. Sé bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada. Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.

Dios es tu padre y proveerá para todo lo que necesitas activa tu confianza en El y se paciente. No dejes que la ansiedad te domine, antes agradece lo que tienes y pídele a Dios la manera de sacarle un mayor provecho a lo que haces, busca de todo el lado positivó y una enseñanza, ante todo se humilde y confía, otra vez confía, porque Dios quiere lo mejor para ti, jamás te dejara ni permitirá que quedes avergonzado. Que nada te aparte de Dios, mucho menos el servir y amar mas en tu corazón las cosas materiales que su presencia.

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