Somos
personas dependientes, lo sabías verdad. Necesitamos cosas indispensables para nuestra
supervivencia y nuestra socialización.
Y
que pasa cuando esas cosas NECESARIAS para nuestro diario vivir y relación con
los demás no están, simplemente se nos agotan y no tenemos medios suficientes
para volverlos a suplir.
¿Qué
hacemos?... pues aquí la respuesta.
1 TIMOTEO 6: 7 Porque, cuando nacimos
no trajimos nada al mundo, y cuando muramos tampoco podremos llevarnos nada. 8
Así que debemos estar contentos de que tenemos ropa y comida. 9 Pero los que
sólo piensan en ser ricos caen en las trampas de Satanás. Son tentados a hacer
cosas tontas y perjudiciales, que terminan por destruirlos totalmente. 10
Porque todos los males comienzan cuando sólo se piensa en el dinero. Por el
deseo de amontonarlo, muchos se olvidaron de obedecer a Dios y acabaron por
tener muchos problemas y sufrimientos.
LO
PRIMERO- saber que no traemos nada el mundo, absolutamente nada, así que de
hecho ya debemos empezar a gradecer por lo poco o mucho que tenemos actualmente
y no afanarnos de mal porque al final del día todo es vanidad.
En
una sociedad tan consumista como la nuestra donde cada día se hace parte de
nuestra cultura conocer los mejores restaurantes, estar en las últimas
tendencias de la moda e ir a cuanto buen evento exista (que no es malo querer
disfrutar), nos afanamos en exceso por mejorar nuestro estilo de vida, por
tener más y aun mas, lo malo es cuando ese deseo, se vuelve desmedido llevando
a tomar malos caminos para obtenerlo y aun
peor olvidamos valores importantes por amor a lo material, lo malo es no
poder detenernos y observar que aunque deseamos otras cosas, las que tenemos
son de bendición y son buenas.
Cuando
empezamos a afanarnos empezamos a ver lo que tenemos como poco o como nada,
cuando de seguro tienes mucho más que tus amigos, pero tú simplemente no estás
conforme. Y te lleva entonces a otro sentimiento en el corazón que para nada es
bueno: la envidia.
1 Tesalonicenses 11 Traten de vivir tranquilos,
ocúpense de sus propios asuntos y trabajen, como ya antes les hemos ordenado
que lo hagan. 12 De ese modo se ganarán el respeto de la gente que no confía en
Dios, y no tendrán que pedirle nada a nadie.
Tranquilos
amigos, tranquilos, ocúpate de tus propios asuntos, deja de ver que tiene el
otro o que deja de tener, más bien trabaja, Dios bendice la obra de tus manos,
en caso de que estudies pues se paciente en esta palabra:
Mateo
25-34»No
vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner.
La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo
vistan.
»Miren los pajaritos que vuelan por el aire.
Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo,
Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes
son más importantes que ellos! »¿Creen
ustedes que por preocuparse vivirán un día más? Aprendan de las flores que
están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo,
les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo
muchas riquezas. »Si Dios hace tan
hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por
ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios! »Ya no se
preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se
van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes
tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes
necesitan. »Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que
hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. Así que no se preocupen por lo que pasará
mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los
problemas de cada día.
Dios
conoce el anhelo de tu corazón y aquí Jesús promete suplir todo lo que
necesitas, entonces ten paz…no dejen que el que vestir o como pagar alguna
cuenta, te robe el gozo, la paz, la tranquilidad, y añado no es malo que quieras
mas, lo malo es que al querer algo mas pierdas la paz y la confianza en Dios,
No seas sabio en tu propia prudencia sino que confía en Dios con todo tu corazón
y el concederá tus peticiones.
HEBREOS
6:18-19 Ahora bien, como Dios no miente, su
promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros
queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido.
Esta confianza nos da plena seguridad; es como el ancla de un barco, que lo
mantiene firme y quieto en el mismo lugar. Y esta confianza nos la da
Jesucristo, que traspasó la cortina del templo de Dios en el cielo, y entró al
lugar más sagrado.
Una
vez tengamos paz… Dios es nuestro padre y si con fe somos pacientes pues el concederá
todas las peticiones de tu corazón, Vivimos en un mundo real con necesidades
reales y problemas reales, pero ni los problemas ni aun tu propia vida es tan
real como el Dios que cuida y guarda tus pasos.
Y
qué tal si seguimos el ejemplo de pablo:
Filipenses
4:11-13… pues
he aprendido a estar satisfecho con lo que tengo. Sé bien lo que es vivir en la
pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase
de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea
que tenga de todo o que no tenga nada. Cristo me da fuerzas para enfrentarme a
toda clase de situaciones.
Dios
es tu padre y proveerá para todo lo que necesitas activa tu confianza en El y
se paciente. No dejes que la ansiedad te domine, antes agradece lo que tienes y
pídele a Dios la manera de sacarle un mayor provecho a lo que haces, busca de
todo el lado positivó y una enseñanza, ante todo se humilde y confía, otra vez confía,
porque Dios quiere lo mejor para ti, jamás te dejara ni permitirá que quedes
avergonzado. Que nada te aparte de Dios, mucho menos el servir y amar mas en tu
corazón las cosas materiales que su presencia.